ADVOCACIÓN PATRONAL

ADVOCACIÓN PATRONAL
de Nuestra Señora de Narek


La patrona de la parroquia es la Santísima Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Narek (Տիրամայր Նարեկի), que es una de las advocaciones marianas más conocidas por todos los armenios.


La imagen
El original de la imagen de Nuestra Señora de Narek, obra del pintor Ariel Adjemian (Արիել Աճեմյան), venerada en la capilla del seminario del Colegio Armenio de Roma, reproduce una visión del gran místico y poeta San Gregorio de Narek (951-1010), monje del convento de Narek, ubicado sobre una colina al sudoeste del lago de Van. El santo estaba en contemplación. Sus labios murmuraban: «Oh Sol de Justicia, reflejo del padre eterno, mi alma se consume, oh Salvador mío, en la espera de verte cara a cara».


Levantando los ojos de su ventanilla, hacia el lago de Van, ve al Niño Jesús en los brazos de su Madre y oye la dulce voz de ella, que lo llama: «Gregorio, ven al Señor». Raptado y volando por encima de las rocas y del lago, se encuentra en la isla, al pie de María y Jesús en medio de rosales y lirios, ambos sonriéndole amorosamente. De regreso a su oratorio, anota en su Libro de Oraciones: «Lo vi con mis propios ojos».


📅 Fiesta patronal
Dado que en el calendario litúrgico armenio existen varias fiestas de la Santísima Virgen, pero ninguna de ellas referida a una advocación mariana en particular, tomamos como fiesta patronal de Nuestra Señora de Narek a la más importante de todas las festividades marianas: la Asunción de la Madre de Dios (Վերափոխումն Աստուածածնի), que en nuestro calendario se celebra siempre el domingo más cercano al 15 de agosto y es una de las cinco grandes solemnidades del año litúrgico.


🙏 Oración del Papa Juan Pablo II a la Virgen María por el pueblo armenio
Santa Madre de Dios, que en el Cenáculo de Pentecostés recibiste la efusión del Espíritu, único en la diversidad de sus llamas: Tú, que amas a los pequeños, porque Dios se ha fijado en tu humildad y te ha hecho grande por gracia: bendice al pueblo armenio. Gregorio de Narek te canta como Aquella "que no se inmoló por medio de un cuchillo, sino quemando en holocausto una vida de austero afán".
Dirige tu mirada a la tierra de Armenia, a sus montañas, donde vivieron multitudes inmensas de monjes santos y sabios; a sus iglesias, rocas que surgen de la roca, penetradas por el rayo de la Trinidad; a sus cruces de piedra, recuerdo de tu Hijo, cuya pasión continúa en la de los mártires; hacia sus hijos y sus hijas, que siempre llevan en el corazón el canto del Trisagio y las alabanzas a Ti, que eres para ellos Madre de ternura; protégelos por los caminos del mundo; mantén el recuerdo, muchas veces doloroso, de los ancianos, el compromiso de hombres y mujeres, a menudo ahora ciudadanos del mundo; inspira los deseos y las esperanzas de los jóvenes, para que continúen orgullosos de su origen. Haz que, allá donde vayan, escuchen su corazón armenio, porque en el fondo de ellos siempre habrá una plegaria dirigida a su Señor y un latido de abandono a Ti, que los cubres con el manto de tu protección.
¡Virgen dulcísima, Madre de Cristo y Madre nuestra, María!
Roma, 21-11-1987


Consagración a la Virgen María
Santísima Virgen, madre de Jesús y madre de todos los pueblos, te consagramos el alma, el cuerpo, el corazón y todo nuestro ser. Ayúdanos a tener una fe fuerte como la tuya, a estar atentos a la Palabra de Dios y decirte "sí" como tú lo hiciste. Te consagramos también la República de Armenia y el Pueblo Armenio. Concédeles la fidelidad a la fe cristiana sellada con la sangre de tantos mártires. Recibe el homenaje de la Bandera Armenia que depositamos a tus pies como símbolo del amor que tenemos por Ti. Concede a Armenia la tan deseada paz y prosperidad. Bendicce sus hogares, sus niños y jóvenes, sus ancianos y enfermos. Te agradecemos por la libertad y la independencia que hemos conseguido. Que tu Hijo Jesús reine siempre en los corazones de todos tus hijos armenios. Madre misericordiosa, junto contigo elevamos un himno de alabanza y gloria a la Santísima Trinidad, al Padre y † al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre. Amén.